El hombre es hombre en la medida que conoce
Demócrito
¿Qué es el viaje de Polifilo?
La respuesta está en la Hypnerotomachia Polifili o Sueño de Polifilo, una de las obras literarias más hermosas y controvertidas del Renacimiento. No se sabe mucho acerca de quién la escribió. Los estudiosos piensan en dos posibles candidatos, uno veneciano y un romano.
El libro, consta de dos partes, diferentes en contenido, tamaño y estilo literario, aunque no hay dudas de que pertenece a la misma persona.
En la primera parte, el protagonista de ambas, Polifilo, cae en un sueño febril y hace un complicado viaje, a través de regiones y construcciones alegóricas en busca de su amada Polia. La segunda mitad se enmarca dentro del mismo sueño, pero esta vez es Polia quién cuenta su historia y la de Polifilo. Cuando la narración de Polia termina, Polifilo despierta y maldice la luz del día por haberle arrancado a su amor.
A primera vista, El sueño de Polifilo, parece una inocente historia de amor. Pero tras esta aparente simpleza, se oculta un profundo y complejo tratado sobre la mística del Renacimiento. Es el intento desesperado de los Humanistas por proteger y preservar de la destrucción toda su sabiduría.
El mismo nombre de Polifilo, nos revela el primer misterio descubierto. Poli significa sabiduría al igual que Polia y Filo: amor. Pilifilo es el amante de la sabiduría (Polia). Y su sueño simboliza el viaje del hombre en busca del conocimiento trascendental. Una búsqueda tortuosa en la que tiene que despojarse de todo lo material y mundano, para alcanzar la espiritualidad absoluta.
Se pudiera asociar a Polifilo con el arquetipo del héroe trascendido. El hombre que ya ha concluido todas sus batallas terrenales y busca una ascensión espiritual y un conocimiento, más allá de lo humano.
En la sección Vínculos, he colocado la dirección de mi grupo de medicina china, donde pongo todos los materiales digitales que poseo sobre este tema y otros orientalistas.
1 comentario:
No me gusto la frase de democrito le faltó sin duda, que siente...
Linda, linda...
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